Para empezar a cantar
pido a la Virgen María
que me ayude con su gracia
yo no puedo con la mía.
Los ojos de mi morena
tienen un mirar extraño
que cuando miran a un hombre
le quitan la vida un año.
Amores en el lugar
suelen ser muy inoportunos,
son como la leña verde
que llena la casa de humo.
A la mar fueron mis ojos
por agua para llorar
y se volvieron sin ello,
que estaba seca la mar.
Todos los enamorados
tienen pleito con la luna,
la luna por alumbrarlos
y ellos por andar a oscuras.
Aquí se parte el camino
y se divide la senda,
aquí se parte el camino,
adiós, adiós compañera.
"Sara Martínez"
Recogido por Aurelio Vélez.
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