La escalera de tu casa beso cuando no me ves,
porque yo adoro hasta el polvo donde tú pones los pies.
Eres como aquel canario que entra en el mar y se baña
y con el pico revuelve la arena y enturbia el agua.
Si me quieres dar la muerte con cuchillo valenciano,
ahora tienes la ocasión que lo tienes en la mano.
La luna me da la cara, el sol dorado me quema,
la música me entristece, solo tus ojos me alegran.
No me mires que me matas, déjame vivir en paz,
que ahora estoy en tierra firme y tus ojos son el mar.
En la torre de Comillas tengo plantada una flor,
el viento la bambolea, hasta aquí llega el olor.
Adiós, adiós, que me voy, con las ansias de la muerte,
si no me muero esta noche, mañana volveré a verte.
Allá va la despedida, la que dan los militares,
en el barrio La Molina, cuatro peras son dos pares.
"Maximina Alonso"
Recogido por Concepción García.
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